Más del 50% de empresas europeas trabajan con servicios en la nube.
Una de las tendencias de negocio más importantes actualmente es la transformación digital, que además de la adopción de tecnología, es un conjunto de prácticas que se utilizan para aprovechar nuevos modelos de negocios y operaciones con el fin de llegar a cambios disruptivos para las empresas, clientes y mercados en pos del rendimiento y el crecimiento del negocio.
Para emprender esta transformación digital, las empresa primero tienen que replantear el modo en el que ven el área de TI y convertirlo en un departamento más ágil, eficiente y orientarlo al servicio, un paso clave para esto es la computación en la nube.
La nube habilitada por la automatización puede ayudar a impulsar la transformación digital y mejorar la capacidad de respuesta entre las cambiantes necesidades de negocio, entre ellas:
- El crecimiento de dispositivos con Internet de las Cosas como factores clave para impulso del negocio.
- El desarrollo de datos recolectados, almacenados y listos para usar, Big Data.
- Analítica avanzada que abre nuevas oportunidades.
- Nuevas necesidades en materia de seguridad, a medida que los datos fluyen libremente.
La transformación de TI se ha asociado a la mejora de aspectos importantes del rendimiento, como los ingresos, agilidad del negocio y la estrategia en materia tecnológica.
Las nubes públicas son propiedad de otro proveedor de servicios en la nube, que los administra y ofrece a través de Internet.
Una nube privada está compuesta por recursos informáticos que utiliza exclusivamente una empresa u organización, puede ubicarse físicamente en el centro de datos local de su organización u hospedarla con un proveedor de servicios externo, pero los servicios y la infraestructura siempre se mantienen en una red privada.
Así es como las empresas que utilizan este servicio aseguran que el uso de una nube híbrida proporciona un alto nivel de seguridad, control, rendimiento y cumplimiento, sin perder flexibilidad. Las empresas que espliegan nuevas cargas de trabajo en la nube son las que con más frecuencia indican que la facilidad de uso y gestión, y el rendimiento son sus principales criterios para tomar decisiones.
Al utilizar esta automatización del desarrollo principal en el área TI como servicio recae en los siguientes cuatro puntos:
- Automatizar funciones para brindar capacidad de autoservicio a sus usuarios de negocio.
- Cultivar una mentalidad orientada al servicio y gestionar el área de TI como unidad de negocios centrada en el cliente.
- Acelerar el desarrollo y la implementación de aplicaciones.
- Reducir costos operativos y de infraestructura a fin de liberar presupuesto para financiar iniciativas de desarrollo.
La infraestructura en la nube genera también mejoras en la capacidad de la empresa para desplegar y escalar aplicaciones, lo que a su vez agrega flexibilidad, capacidad de respuesta y mejores plazos de entrega en toda la organización, a su vez es un paso necesario en la transformación digital de la empresa y que permite que las empresas cuenten con nuevos modelos innovadores de negocio, proporcionen métodos superiores de prestación de servicios y desarrollen nuevos productos disruptores.